Ruta gastronómica por la zona de Valladolid

Pocas ciudades y zonas en España pueden presumir, como Valladolid y la zona de Ribero del Duero lo hacen, de proveer excelentes caldos, viandas y demás manjares propios de una buena ruta gastronómica.

Son tantos los restaurantes, bares, tascas, tabernas y cantinas que se amontonan por los diferentes barrios de la ciudad castellana de Valladolid, que se ha convertido, a fuerza del buen hacer, en una de las capitales del buen comer y del buen beber. Si vas a hacer una escapada, te recomendamos que, desde tu reserva de hotel barato en el ibis Valladolid, vayas haciendo apetito, y pensando en qué te apetece elegir. ¡Bendito problema!

Tapas y pinchos de primer nivel en Valladolid

Aunque en cualquier rincón de Valladolid podrás disfrutar de buena comida y bebida, son afamados sus locales en el centro. Tan sólo hay que salir de la Plaza Mayor por la calle Pasión, para descubrir uno de los restaurantes con más reconocimiento para tapear, Los Zagales (Pasión 13), cuyas originales tapas te dejarán boquiabierto; de hecho, las que han obtenido reconocimientos y galardones en años anteriores en El Pincho de Oro, un certamen gastronómico que se suele celebrar en el mes de noviembre, se pueden seguir disfrutando. Callejear por la zona es descubrir otra infinidad de sorpresas, como las croquetas de El Corcho (Correos 2), la incontable variedad de La Tasquita (Caridad 2), siempre a rebosar de lugareños y turistas, o las carnes de San Pedro Regalado (Veinte de Febrero 4), sin dejar de lado a la Mejillonera (Pasión 5), donde os dejamos que adivinéis la especialidad. Por supuesto, otro lugar digno de mención en lo que a tapeo por Valladolid se refiere es la zona de La Antigua, buenas calles en las que luego alternar y encontrar buen ambiente entrada la noche.

Para los más aficionados al vino

Claro que también podemos elegir nuestro hotel barato en Valladolid, hacer del mismo un centro de operaciones y desde allí emprender una buena ruta gastronómica, en este caso de enoturismo. Unos tres centenares de bodegas conforman la denominación de origen de Ribera del Duero, que en Valladolid alcanza los viñedos que discurren hasta Peñafiel, y en las que destacan muchas de las que más te sonarán, como Arzuaga, en Quintanilla de Onésimo, Protos, en Peñafiel, o Pago de los Capellanes, en Pedrosa de Duero. El clima frío de la zona, con sus marcados cambios de temperatura, hacen que otoño tras otoño se pueda sacar tan buena uva para una de las denominaciones de origen más importantes del país.

Tampoco hay que dejar de lado las opciones de Rueda, con medio centenar de bodegas, como la de Yllera, y que además nos permite hacer turismo de primer nivel en municipios como Medina del Campo, con su Palacio de Dueñas, o Tordesillas donde, además de las bodegas Muelas, puedes ir al Museo del Tratado, por ejemplo.

Buenos vinos se hacen también en Cigales y sus afamados rosados de la Tierra de Campos. En esta Denominación de Origen predomina la uva tempranillo, con el característico color que ha creado ya toda una imagen de marca.