Ensordecer con el sonido del viento en la torre de la Basílica del Pilar
Desde el Puente de Piedras se puede contemplar de manera imponente la Basílica del Pilar. Nunca antes había estado en una ciudad donde el viento se siente y se escucha tanto que produce una sensación abrumadora de libertad, pero también de miedo; esa percepción aumenta cuando subes a una de las torres de la Basílica, más aún si es en invierno. Existe un ascensor especialmente diseñado para llegar a la cumbre de la torre. Desde el último nivel, casi en la punta de la torre, se puede divisar en una vista de 360 grados toda la ciudad, y más allá de sus propias fronteras.