Chaves: un paseo por la época romana

La capital termal de Portugal

Muy cerca de la frontera con España se encuentra la localidad portuguesa de Chaves. Convertido hoy en un encantador pueblo de casas con balcones multicolor, el gran interés turístico del lugar no está sólo en sus pintorescas calles, sino en su impresionante legado histórico. No te olvides de meter el bañador en la maleta. En este viaje al pasado romano de Chaves, hay mucha agua de por medio.

Pueden ser muchos los motivos que te hayan llevado a elegir Chaves como próximo destino, pero entre las múltiples razones por las que los viajeros terminan conduciendo sus pasos hasta esta localidad fronteriza está la del agua.

Si los romanos se establecieron en este lugar, fue precisamente por el acceso a manantiales, termas y fuentes naturales que todavía hoy en día siguen siendo el emblema de la ciudad. Ciudad a la que, con mucho acierto, se le dio el nombre de Aquae Flaviae, lo que recuerda su importante patrimonio natural.

Los romanos fueron los responsables de que Chaves se haya convertido en la capital termal del país. No sólo se encargaron de erigir un asentamiento estratégico en la provincia romana de Gallaecia sino que levantaron una próspera ciudad repleta de baños de agua caliente.

Estos complejos de salud y bienestar se construyeron desde la creencia de que los dioses habían dotado a estas aguas de propiedades curativas, por lo que eran considerados auténticos santuarios del bienestar. El presente termal de la ciudad no se ha distanciado demasiado de este concepto y tanto los locales como los visitantes le siguen sacando partido a los beneficios de estas aguas que llegan a brotar con temperaturas de hasta 73ºC.

¿Dónde puedes apreciar el pasado romano de Chaves?

Los baños termales son el punto fuerte de este destino, pero los encantos del pasado de Chaves no se reducen a ellos. Te harán falta algunos días para exprimir toda la esencia de este lugar si quieres visitar otros lugares destacados como el castillo medieval, el Museo de la Región Flaviense o el Fuerte de Sao Neutel. Con un programa así de apretado, no te vendría nada mal hacer una reserva en el hotel ibis Styles Chaves y tomártelo con calma.

Junto a los numerosos hallazgos numismáticos y epigráficos que se han ido sucediendo en la ciudad, hay un monumento que refleja como ninguno la importancia del legado romano en Chaves: el Puente de Trajano. Se trata de una construcción de finales del siglo I apoyada sobre 14 arcos y con 140 metros de longitud para salvar la distancia entre las dos orillas del río Támega.

Hacia el final del recorrido, poco antes de acceder al pueblo, se erigen dos columnas cilíndricas en cuyas inscripciones aún se puede leer que esta fantástica obra de ingeniería civil fue construida en época del emperador Trajano y financiada por diez comunidades de la zona. Su relevancia histórica y artística ha convertido este puente en el símbolo más destacado de la ciudad.

Aunque se trata de la vía de acceso a Chaves con más historia, hay otras formas de cruzar el río. Vale la pena desplazarse hacia el este dando un paseo por la Alameda de Trajano hasta dar a parar con la hilera de grandes piedras que atraviesa el Támega. Están a la altura del Parque de O Tabolado, donde se ubica el balneario y la Fonte do Povo, y llegan hasta la zona recreativa de La Magdalena. Ya que tarde o temprano vas a acabar en remojo, ¿por qué no poner a prueba tu equilibrio cruzando por aquí?

Si hace dos mil años Aquae Flaviae fue un enclave militar y comercial estratégico del Imperio Romano, hoy en día es uno de los destinos turísticos con más encanto del norte de Portugal. Sumérgete en la historia y aprovecha esta escapada para conocer un poco más en profundidad algunos de los hábitos más saludables de sus antepasados romanos.

Viaje al pasado romano de Chaves

A orillas del río Támega se erige la pequeña localidad de Chaves